Campanario de San Juan de Vilassar

Promotor
Privado
Emplazamiento
Vilassar de Mar
Proyecto
2019-2020
Obra
2023
Superficie
250 m2

GALERÍA

 

Fotografías del Campanario desde 2018 hasta la actualidad

 

 

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En el centro histórico de Vilassar de Mar, en un solar rectangular rodeado por las calles de Sant Joan, Santa Isabel, Montserrat y la plaza de la Iglesia, se alza la Iglesia de Sant Joan, un edificio emblemático que conserva como elemento destacado su campanario barroco original del siglo XVIII, recientemente declarado BCIL (Bien Cultural de Interés Local).

Este proyecto de rehabilitación y consolidación integral ha permitido preservar un elemento fundamental del patrimonio vilasarense que se encontraba en un estado avanzado de degradación y suponía un riesgo real para la seguridad. Ya en octubre de 2018, la situación había obligado a instalar una malla provisional para evitar el desprendimiento de piezas de granito de las cornisas y ornamentos superiores.

El campanario se organiza en cuatro niveles, con una base cuadrada oculta bajo la nave principal de la iglesia moderna, y un tramo superior octogonal que emerge por encima de la cubierta. A través de una escalera interior, se conectan espacios singulares como la sala del reloj, la planta de la campana litúrgica y la cubierta accesible donde se alza una estructura metálica de hierro forjado de ocho metros de altura que sostiene las campanas horarias y se corona con una veleta, con un laúd restaurado y un pararrayos nuevo y homologado.

La rehabilitación se ha estructurado de exterior a interior, iniciándose con el montaje de un andamio tubular de 25 metros de altura que envolvió el campanario durante cuatro meses. Se procedió a una limpieza exhaustiva de paramentos y restos orgánicos, y a la retirada de elementos metálicos en desuso. En las fachadas, se picó todo el revoco exterior de mortero de cal hasta llegar a la mampostería original, se reforzaron las juntas, y posteriormente se aplicó un nuevo revestimiento a base de mortero de cal y estuco tradicional con los colores originales, resultado de un estudio cromático in situ.

Una parte clave del proyecto ha sido la recuperación de los esgrafiados históricos de las cuatro caras opacas del nivel superior. Con la ayuda del Centre d’Estudis Vilassarencs y del Sr. Alexis Serrano, se reprodujeron a partir de fotografías antiguas y plantillas que han asegurado su exactitud.

El conjunto de elementos ornamentales de granito —cornisas, pilastras y esferas— se encontraba en muy mal estado. Algunas piezas se restauraron con refuerzos de fibras de carbono y mortero de reparación, mientras que otras, como las ocho pilastras superiores con sus respectivas esferas, se sustituyeron completamente. También se restauraron las barandillas y rejas de protección de los ventanales, y se colocó una nueva barandilla perimetral en la azotea para garantizar la seguridad.

La cubierta, que sufría graves problemas de humedades, se impermeabilizó y pavimentó de nuevo, formando pendientes adecuadas y sustituyendo la tapa de acceso por una claraboya. La estructura metálica superior se restauró completamente, incluyendo la veleta y el laúd decorativo, que se reconstruyó siguiendo las proporciones originales e incorporando velas de tipo pollacra, mayor y mesana, ahora fabricadas en acero inoxidable gracias a la colaboración con la entidad Bricbarca y el Dr. Agustí Martín i Mallofré.

En el interior, se repararon grietas importantes en los muros y forjados, se sustituyeron tramos de escalera de madera afectados por carcoma, y se restauraron los revestimientos con revoco de mortero de cal y pintura al silicato. También se ha mejorado notablemente la iluminación, incorporando más puntos de luz para facilitar tanto el mantenimiento como la visita interior.

Se renovó completamente la instalación eléctrica, se añadieron puntos de luz de emergencia y sistemas de protección contra incendios, y se reforzaron las condiciones de seguridad con barandillas y protecciones en todos los niveles.

Otro elemento destacado es la restauración de la Campana Mayor —la Joana Vicenta Enrica—, única campana litúrgica que se conserva y que ahora puede volver a sonar manualmente en ocasiones especiales gracias a la sustitución del yugo metálico por uno de madera de ipe. También se restauraron los mecanismos y soportes de las campanas horarias, así como las esferas de los dos relojes visibles desde la villa.

Finalmente, se ha recuperado el ventanal original del lado de montaña, tapiado desde la Guerra Civil, mejorando la ventilación y la expresividad arquitectónica. También se retiraron estructuras en desuso y se reubicó la maquinaria del reloj original de 1933 en una antigua abertura tapiada, donde ahora se puede visitar como parte del patrimonio histórico conservado del campanario.

Este proyecto ha sido fundamental para garantizar la pervivencia del campanario como símbolo identitario de Vilassar de Mar, y para posibilitar, con total seguridad, la continuidad de los actos tradicionales vinculados a la Fiesta Mayor, como la Flama del Canigó y la colocación del Ase Innocenci.