En un entorno residencial tranquilo del Maresme, se lleva a cabo la reforma interior puntual de la planta baja de una casa unifamiliar aislada, situada en la calle Til·lers de Cabrils.
La actuación se centra en abrir la cocina al espacio del salón y comedor, creando un espacio de convivencia más amplio e integrado. Las paredes que separaban la cocina del salón ya han sido retiradas, así como la cocina original, que fue completamente desmontada antes de iniciar la reforma. Además, se amplía el recibidor mediante el derribo parcial del bajo escalera, aportando más amplitud y funcionalidad al acceso. También se ha instalado una nueva puerta de entrada de madera, que refuerza la calidez y coherencia material de los acabados interiores.
La intervención abarca principalmente los espacios de recibidor y acceso, escaleras, salón – comedor – cocina, aseo y lavadero. Estas zonas se reordenan ligeramente para mejorar su relación funcional y el aprovechamiento del espacio, manteniendo las alturas interiores y la distribución general de la planta.
La vivienda se adapta a la pendiente natural del terreno, desarrollándose en tres niveles escalonados. La reforma se concentra exclusivamente en la planta baja, sin afectar la volumetría, la superficie construida ni ningún elemento de la fachada, y se lleva a cabo en estricto cumplimiento de la normativa urbanística y técnica vigente.
Los acabados interiores combinan pavimentos de baldosa porcelánica de color gris oscuro, paredes pintadas y revestimientos de madera en zonas puntuales, aportando calidez y calidad. Las instalaciones se adaptan a la nueva distribución, garantizando eficiencia, confort y funcionalidad.
El resultado es un espacio de día más abierto, luminoso y práctico, que enriquece el uso cotidiano de la casa y promueve un ambiente más agradable y funcional.

