En el centro histórico de Vilassar de Dalt se ha rehabilitado esta casa unifamiliar entre medianeras, que hasta ahora había albergado una panadería, situada en una parcela de 130 m² con fachadas a dos calles, una de ellas con esquina curva. La intervención combina historia y funcionalidad en una reforma integral.
El edificio se distribuye en planta sótano, planta baja y dos plantas piso. En la planta baja se ubica la zona de día, con acceso directo al patio trasero, que hasta hace poco estaba edificado y ha sido demolido; allí se encontraba el obrador del horno. En ese espacio se ha incorporado una piscina que aporta un ambiente exterior agradable y privado, generando una fuerte continuidad entre interior y exterior. Las plantas superiores albergan la zona de noche, con cuatro dormitorios y tres baños, mientras que el sótano se destina a bodega.
La fachada principal, orientada a la calle Mestra Viladrosa, ha sido rehabilitada recuperando el aspecto original del edificio, eliminando el escaparate comercial y restaurando los elementos originales del inmueble. En la fachada posterior se han abierto nuevas ventanas que mejoran la luz natural y la conexión con el patio.
La demolición de los volúmenes posteriores ha permitido crear espacios más amplios y abiertos, mientras que una plataforma elevadora conecta todas las plantas, mejorando notablemente la accesibilidad de la vivienda.
Durante la reforma se ha ampliado la edificación, y se han puesto en valor y restaurado elementos originales como la cubierta con vigas de madera, los techos con vigas y revoltones cerámicos, creando espacios más amplios y bien iluminados. Todo ello se ha integrado con aislamientos e instalaciones de alta eficiencia energética que mejoran el confort interior, combinando así tradición y modernidad en una vivienda adaptada al siglo XXI.